miércoles, 5 de junio de 2013

Un Tema de Ortodoncia. Dentista Lima


Dentista Lima

La ortodoncia está siendo testigo de un creciente interés en aplicaciones biomecánicas cualitativamente diferentes, que ofrecen la posibilidad de eliminar, o al menos reducir significativamente la utilización de aparatología extraoral, expansores rápidos palatinos y las extracciones senadas. Sin embargo, los sistemas de brackets que hacen esto posible deberían requerir el máximo respeto para con los tejidos bucofaciales, y los clínicos que deseen utilizar estos nuevos métodos deberían recibir un entrenamiento apropiado antes de incorporarlos en su quehacer clínico cotidiano

“Uno de los métodos que tiene grandes beneficios es el conocido como Sistema Damon, que emplea un método basado en la física y aunque emplea brackets más grandes de los que se conocen comúnmente permiten la alineación dentaria en menor tiempo y con menos visitas al médico. Tiene la desventaja de ser caro. En promedio cuesta unos US$2,000 y en realidad el paciente sólo debe venir a la consulta un máximo de siete veces”, señala la doctora Tatiana Quevedo Tamayo, cirujano dentista, especialista en ortodoncia y cosmética dental.
“Aquí ocurre que el especialista debe desarrollar una gran confianza con el paciente o con los padres del paciente, si se trata de un menor. Y esto tiene que con qué como no hay que venir a la consulta, el paciente debería depositar el importe de su tratamiento en la cuenta bancaria del médico, asunto que podría no ocurrir. Por lo demás hay necesidad de abonar una cuota inicial de unos US$500 debido a que el implante de materiales en la boca del paciente es costoso”, añade la especialista.
El sistema Damon empieza con el diagnóstico facial. En lugar de confiar sólo en puntos y líneas trazados sobre tejidos óseos de las cefalometrías, este método sugiere que deberíamos también considerar el perfil en nuestro plan de tratamiento; la anchura de la arcada, y el soporte facial de los pacientes, e intentar hacer encajar la mecánica del tratamiento con los sistemas naturales de poca intensidad de fuerza del cuerpo.
En lugar de un bracket típico basado en la ligadura convencional, Damon creyó que un bracket que funcionase como un tubo con una pared facial estática evitaría la ligadura, y permitiría la utilización del aparato pasivo necesario para conseguir obtener fuerzas fisiológicas. Desarrolló un bracket con una pared facial deslizante que permite la inserción simple del alambre, pero que entonces se cierra para encapsular el alambre sin presionarlo.
La primera generación del bracket de autoligado de Damon se introdujo en 1995. Además de este nuevo concepto de bracket , Damon cambió fundamentalmente los tipos de alambres y la secuencia en su utilización. Su experiencia ha mostrado que con muchos pacientes puede a menudo eliminar la retracción de molares, las extracciones (excluyendo las necesarias para reducir las protrusiones bimaxilares), y la expansión palatina rápida. Ofrece evidencia clínica de que esta fórmula funciona consistentemente.
Finalmente, los alambres recomendados por el Dr. Damon son inicialmente muy ligeros (Copper Niti de .014), y con una forma de arcada más amplia en comparación con los utilizados más clásicamente por los ortodoncistas. Además, sigue utilizándolos para conseguir expresar todo su potencial de desarrollo. Esto permite mayores intervalos entre las visitas; menor disconfort , y menores alteraciones en la vida de los pacientes.
No hay ningún sistema de tratamiento ortodóncico que ofrezca todas las ventajas, y el sistema de Damon tiene algunas desventajas también, como por ejemplo, su costo, y su tamaño relativamente grande. Sin embargo, sus ventajas sobrepasan en gran medida estas objeciones menores, y ofrecen recompensas indudables tanto para el doctor como para el paciente: Tiempo de tratamiento reducido; menos visitas al odontólogo; menos extracciones terapéuticas; la eliminación de la expansión rápida palatina en muchos casos, y una simplificación en la mecánica casi en todos los casos; menos dependencia en la cooperación del paciente; menos tiempo necesario para aprender la técnica por parte del personal; mayor enfoque en el alineamiento dentario y en el equilibrio facial; y un aumento en la productividad y beneficios.
Dra. Tatiana Quevedo Tamayo. Clínica Dental Tamayo. Avenida San Borja Sur 589, Dpto. 301, San Borja. Teléfono 226-1277.


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